Las enfermeras nos dedicamos a cuidar personas, no a la tecnología. Pero no debemos obviar que el primer lugar donde consultan los pacientes es la red. Y aquí viene el “quid de la cuestión”: Nadie mejor que nosotras puede dar respuesta a esa demanda de información.
Tenemos que estar presentes en las redes aportando recursos de calidad. Basados en nuestro conocimiento como profesión y dando respuestas a sus problemas de salud. Si no lo hacemos, daremos vía libre a toda clase de bulos y fake news.
Debemos adquirir habilidades en la búsqueda y curación de contenidos. Aprender donde encontrar información fiable. Huir de todo aquello que no esté basado en la evidencia. La tecnología es una herramienta que nos ayuda a mejorar en nuestra profesión. Pero nunca debemos perder de vista nuestro objetivo principal: Las personas.
Esta transformación del sector sanitario hacia el mundo digital es irreversible. Las brechas digitales existen y nos dividen en dos grupos: Los profesionales competentes en su uso y los que aún no lo son. Y para los que aún piensen que lo nuestro es sólo cuidar, les dejo algunos datos extraídos del informe de IAB (Estudio Anual de Redes Sociales 2019):

Al ver esos datos nos daremos cuenta que no hay vuelta atrás. La sociedad ha cambiado y nosotros debemos hacerlo con ella. Debemos adaptarnos al entorno y superar los nuevos retos que se nos plantean.
Pero también aprovechar la nueva ventana de oportunidades que nos aparece: dar visibilidad a nuestra profesión (desconocida por muchos). Poder mejorar nuestra formación de forma no presencial. Poder estar al día en toda clase de información importante para nosotras. Poder conversar y compartir experiencias con otras compañeras. Conocer opiniones de pacientes que están presentes en la red. Poder educar. Poder crear y compartir contenido. Si aún piensas que esto no va contigo… te animo a salir de tu zona de confort.
¡Súmate y #enRÉDate!
